martes, 23 de febrero de 2016

Momentos de caos: llantos, gritos, exigencias y demandas



Hay momentos del día o días casi enteros, que son "espectaculares"... Por llamarles de alguna forma...

En esos breves pero eternos minutos, independientemente de que te guste o no Arjona, te sorprendes cantando: tu casa es casa de locos... Y tú también otro poco... Por seguir ahí...  Y sí, definitivamente tienes esa sensación de anhelar tener el poder multiplicarte por cero y desaparecer.

Sin embargo, llega la noche y reina la paz. Y muchas veces no recuerdas con exactitud  las "razones aparentes" del caos experimentado o qué lo inició.

A veces tratas de recordar, pero siendo madre de más de uno, llegas al punto en que ya no sabes bien a bien qué pasó, ni qué o quién detonó qué, o a quién lastimó o prendió. ¿Qué fue primero  y qué  después?... En realidad, muchas veces el orden es lo de menos... Sólo recuerdas, lágrimas, gritos, quejidos, acusaciones y a veces hasta sangre...

Ya no sabes si todo empezó porque uno tocó o rozó la silla del otro, si la comida no les gustó, si se quejaba alguno de que el otro le hizo o no le hizo o si le pidió perdón feo, si querían que los cargaras justo en el mismo momento, si alguien había azotado y quería chochitos a de árnica porque se floreó la boca o se decoró la rodilla, si te equivocaste de color de plato o si te habías olvidado de servirle el agua de limón que ya te había pedido bien 2 veces o si fue porque querían que les dieras tú de comerá "ahora"... ¡O todo al mismo tiempo!... A final de cuentas, todas las anteriores y cualquier otra situación,  son  posibilidades que pueden atraer el caos, que ya encendido, te incita a cantar para no enloquecer.

No obstante,  ya ahora en calma puedes reflexionar un poco y descubrir qué hubo más allá de las "exigencias y reclamos aparentes" de tus niños...
  • A veces era que estaban muertos de cansancio o ladraban de hambre, otras un cambio de rutinas que los descolocó o una ausencia inusual de tu parte o de alguien más. O bien, traían atorado algo que sucedió en el cole o alguna inquietud o incertidumbre específica, etc.. ¿Qué sé yo?... 
  • Por otra parte, también somos parte de la ecuación, así que vale la pena incluirnos en el pack de posibles detonadores, ya que a veces puede haber influido nuestro estado de ánimo, nuestras preocupaciones, si trajiste mil rollos e ibas como loca, si estuviste estresada, te sentías agotada o simplemente si ese día amaneciste con tolerancia cero, ya que todo esto definitivamente no ayuda y sí  los "contagiamos"...
En fin, esos "momentos espectaculares", no son "dramas de niños caprichosos y latosos sin sentido" sino pedidos de auxilio de niños en desarrollo que no saben qué hacer o qué les pasa...  Es la forma que tienen nuestros niños para comunicarnos sus necesidades: básicas (higiene, sueño, hambre, afecto, seguridad). Ellos nos piden ayuda para sentirse contenidos, para entenderse y para entender el mundo. Esos famosos eventos, tildados de berrinches, son gritos de niños pidiendo ayuda para manejar sus sentimientos, deseos, pensamientos y conflictos.

Hay que aprender a ver más allá y a mantener la conexión, aunque tengas que cantar 
Arjona, recitar poemas o contar hasta 1000...


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