Entonces seguimos desde nos quedamos...
Obviamente, llega el día en el que tras decirle a tu hijo que ahora no hay dinero para comprar "x" cosa, te dirán con toda la inocencia y seguridad que les caracteriza: "pues saca la tarjeta para pagar"... Y piensas: ¡claro! ¿Cómo no se me había ocurrido? al fin que esa todo lo consigue!...jajaja
Y pues ahí mismo o en algún otro momento similar,
descubres que
urge que empiecen a entender el concepto del trabajo,
el valor del dinero
y el esfuerzo que se requiere para ganarlo.
En nuestro caso, les decimos que trabajamos:
- En primer lugar, porque nos gusta y nos apasiona,
- En segundo, porque a través de éste podemos ayudar, aprender y ser mejores personas.
- Y en tercer lugar, porque así ganamos dinero para poder pagar lo que necesitamos y hacer algunas cosas que queremos y disfrutamos.
Seguramente estarán pensando que si los llevaba al super nomal les iba a salir prácticamnte a la mitad de precio, y están en lo cierto, pero para fines practicos y de aprendizaje esto cumplía el objetivo... Y cuando lleguemos al nivel 2, ya buscaremos si el objeto deseado se puede conseguir más barato en otro lugar, para que aprendan a hacer rendir el dinero...
Total que fueron ahorrando un par de meses, aprendiendo a demás a postergar la consecución de algo deseado y aumentando su tolerancia a la frustración. Y así finalmente, unos meses después con el dinero que les íbamos dando y unas pulseras que se les ocurrió hacer y vender, lograron comprar lo que querían... ¡Y hasta $2 pesos que les sobraron!... ¡Que por cierto juran que era un montón!
No obstante, el cambio, en realidad sirvió para otra lección: se lo tuvieron que dar a su abuelita para comprar un shampoo nuevo porque mientras se bañaban en su tina. ¡Por 500,000 vez, tiraron el bote entero para bañar a sus juguetes!... Cuando ya habíamos quedado, unas 80 veces, que si "necesitaban bañarlos", nos pidieran y nosotros les daríamos un poco, porque no se debe desperdiciar...
En fin, estas sólo son ideas de soluciones concretas a problemas reales,
pero definitivamente no son las únicas ni un recetario.
Cada casa es un mundo
y además, lo que en una funciona en la otra no.
Por tanto, sólo son ideas para que ustedes creen sus soluciones.
Incluso quien se anime estaría súper bien que nos cuente qué han hecho para inculcar el valor de la autoridad, del dinero, del trabajo, del respeto hacia las cosas y del agradecimiento por todo lo que se tiene, se agradece...
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