miércoles, 22 de junio de 2016

¿Tu felicidad basada en tus sueños?




Varias conversaciones me hicieron reflexionar en mayo y pues aunque ya se me pasó el mes, me siento a compartirlas:


  1. Antes de que fuera el festejo del día de las madres en los coles, alguna mamá muy indignada y hasta enojada, me contaba que en el cole de su hijo no iban a hacer y estaba traumada porque “toda su vida había soñado con ese festival”
  2. Luego, el día de las madres me llamó un hombre al que admiro mucho para felicitarme, se lo agradecí y me preguntó que si estaba emocionadísima por el festival. Le comenté que evidentemente ilusiona ver a tus angelitos cantándote, que te den los detallitos que te hicieron y te llenen de besos y abrazos. Sin embargo, díganme rara, pero la verdad tampoco me traumo si no hubiera habido nada por parte de la escuela… ¡Como sucedió el año pasado en la otra escuela a la que los llevábamos! Total que le conté de la otra mamá que sí estaba traumada, entonces soltó la carcajada y me dijo, sin referirse a nadie en específico: “es que así son algunas mujeres, viven de sueño en sueño y nunca son felices, porque esperan ser felices cuando se casen, cuando tengan un hijo, cuando sea su festival, cuando y cuando”… 
  3. Por último, ya pasado el día, una mamá se quejaba amargamente del festival de su cole porque había sido “muy sencillo”… Evento muy similar al mío, que me había parecido fenomenal: justamente por sencillo, emotivo, breve y conciso (misa, poema y dos canciones). Es cierto que la poesía tenía buen mensaje pero era bastante dramática y teniendo a ese chiquillo que declama tan bien podrían haber puesto una más alegre, pero equis... A mi parecer el evento estuvo muy bien, el centro del mismo fue desde mi punto de vista lo que es esencial: agradecer a Dios la bendición de ser madre y poder disfrutar a nuestros hijos y pedirle ayuda para continuar con esta gran misión… Y luego, ya de pilón se nos regaló el poder verlos y escucharlos cantarnos…




Total que estas conversaciones tan simples y tal vez irrelevantes por algún motivo no pararon de darme vueltas en la cabeza:

En primer lugar, me queda claro que definitivamente cada cabeza es un mundo y cada quien tiene sus intereses, gustos y expectativas, por lo que está en chino que la escuela le dé gusto a todas y cada una de las mamás…

En segundo lugar, sin emitir juicio hacia nadie, no pude evitar pensar que a veces nos quejamos que los hijos son súper “hiper-demandantes”, pero es que creo que no lo hurtan…¡lo heredan! En ocasiones me parece que nosotros, los adultos, hemos sido sus maestros al enseñarles a despreciar lo sencillo, lo simple y lo esencial, centrando el valor de la vida y la felicidad en lo material, en lo caro y lo complejo…

En tercero, en realidad no importa si te mega ilusiona que te organicen en el cole el eventazo del día de las madres o no. Ahora sí que cada quien tiene sus sueños, expectativas e ilusiones, y ¡muy respetables! Lo único a tomar en cuenta es que nuestra felicidad no dependa de la realización exacta de nuestros sueños… La verdad es que si somos realistas, tenemos que reconocer que pocas veces podemos vivir nuestro Plan A. En general, acabamos viviendo el D, E y ¡a veces el Z!

Y en conclusión, ¿con lo qué me quedo?

 Hay que aprender a ser felices y agradecidos con el “presente” que nos regala cada día, segundo a segundo, aunque a veces sea muy lejano a lo imaginado y otras supere tus expectativas…

¡Céntrate en lo esencial y serás más feliz!

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