Sé, indirecta y directamente, que más de uno nos
considera unos exagerados y prehistóricos
a mi marido y a mí, porque nuestros hijos no ven tele como es "normal". Esas
personas “sufren” por mis “pobres” hijos que a sus 3años y medio y 1 año y medio, respectivamente, no han visto
ni una película completa, ni han ido al cine, ni saben de la existencia de muchas
de las caricaturas de moda. Pero para su tranquilidad, les comento, que esa
ignorancia los mantiene sin ningún trauma.
Obviamente estarán pensando, "claro bendita ignorancia mientras están chicos" y efectivamente, el artículo principalmente está dirigido a padres de bebés o niños pequeños y a sus cuidadores; pero a la vez contiene cuestiones generales que pienso aplican a todos bebés, niños y adultos.
Debo de reconocer que parte de la “restricción” que
sufren mis hijos es por “culpa de su abuela”. ¡Vaya, que lo que no se hurta se hereda! Y pues sí, mi mamá era de esas mamás “raras” que
evitaba que estuviéramos “idiotizados” con la tele o videojuegos (lo
siento, pero ella era así de delicada para decirlo). Por tanto, sin que fuera una prohibición
militar, decidía “complicarse” la vida y
fomentaba que jugáramos, leyéramos o imagináramos y nos llevaba al club o
clases extraescolares deportivas y de música.
Sin trauma
alguno, aprendí desde chica a aprovechar el tiempo sin necesidad de ver tele,
eso no quita que alguna vez renegara, ni que me encantara ir al cine y ver películas, pero a final de cuentas, disfrutaba trabajar, hacer
ejercicio, leer, escribir, pintar, patinar y no echaba de menos ver más tele.
Al igual que ahora, que me fascina estar
con mi marido y familia, jugar con mis hijos, trabajar, leer y escribir, ver
series y películas y quedar con amigos.
Visto en perspectiva, aunque cuando
era chica, “todo el mundo" veía "Carrusel de las Américas” (telenovela "infantil") o “Beverly Hills 90210” y yo
sólo vi unos cuantos capítulos, agradezco
los esfuerzos de mi mamá por “privarnos de tragar porquerías” (así decía) y enseñarnos a
elegir lo que vemos y en qué gastamos nuestro tiempo, ya que en realidad siento
que me ayudó a ser más libre, a conocer muchas personas, desarrollar habilidades y a disfrutar más cosas.
Por tanto, sin saber mucho más, desde antes de tener hijos, no quería que ellos fueran
niños con nana -TV. Sin embargo, en Barcelona tuve la oportunidad de conocer
al Dr. Paulino Castells (psiquiatra), que entre otros temas, ha estudiado el déficit de atención y en uno
de sus artículos puntualizaba que para
menores de 2 años debería haber "tolerancia cero" con respecto a la televisión y
señalaba que la APA (Asociación de Pediatría Americana) lo avala, cuestión que me impactó profundamente. De hecho, se puede consultar la
información, directamente en el siguiente enlace:
Me entró la curiosidad de averiguar si era cierta la tajante afirmación y empecé a adentrarme en el tema y entonces, no solamente por sentido común o por herencia, sino con argumentos sólidos hemos decidido ser de los “raros” y “exagerados” que:
- No tienen la tele todo el día prendida como si fuera música de fondo, ni para “hacer compañía”.
- No vemos la tele mientras comemos, ni en la cama.
- No vemos “la tele”, o sea que no nos sentamos a ver lo que haya, sino que elegimos el programa, serie o película y entonces, vemos eso y ya.
- No la vemos de manera ilimitada, sino sólo lo que decidimos ver con límite de tiempo.
- No usamos la tele como nana, aunque sea cierto que generalmente una vez encendida, te puedes olvidar de que tienes hijos y puedes dormir, trabajar o comer a gusto.
- No vemos la tele mientras los niños están despiertos. Nosotros la vemos, si es que vemos, mientras duermen. (Claro que cuando vamos a casa de alguien, pues ni modo, obvio no hacemos que la apaguen)
Cabe señalar que, actualmente, el concepto "ver tele" abarca laptops,
tablets y celulares ya que ahora en
todos ellos uno puede “conectarse” e “idiotizarse” con cualquier tipo de información, programas, series, documentales,
videos, películas, etc. La “tele” ha invadido hasta en el baño. Incluso un bebé
puede estar conectado al ipad mientras se balancea en su sillita, basta ver el
invento tan ridículo y dañino. ¡Tantas normas tan estrictas para lanzar al
mercado productos y dejan que salga esta cosa!!!
Debo de reconocer que mis hijos no estuvieron los
dos años primeros de sus vidas alejados de “toda pantalla” como recomienda la
APA, pero sí lo más posible, que fue aproximadamente un año. A partir del año, comenzaron a ver algunas CANCIONES
(sólo canciones) de Mother Goose Club, Trepsi, Cantajuegos,
Simple Learning y de películas de Disney
(sólo las canciones bonitas que escojo, no las películas). Eso era lo único que veían, por media hora, algunos días de la semana.
Pasados los
dos años la mayor comenzó a ver, sólo algunos programas seleccionados
previamente, entre ellos: Dora la
Exploradora, Go Diego, Umi Zumi, Las mascotas maravilla, hasta llegar
ahora a la Doctora Juguetes. Los ve
directo en Netflix o en youtube, sin
anuncios y en general máximo 2 capítulos y no diario, algunos días ni si
quiera ve nada. Mientras tanto, la pequeña
generalmente juega o en caso que lo pida, ve las canciones anteriormente
mencionadas, aunque a veces admito que ve lo que la mayor.
Debo reconocer que con el segundo hijo se complica un poco el control, pero el uso de las tablets o laptops facilita que cada una vea algo adecuado a su edad.
Supongo que algunos estarán preocupados por saber
cuándo les pasaré más variedad de caricaturas o una peli completa de Disney y
la verdad es que no lo sé. Es un asunto que me tiene muy sin cuidado. Mi hija se conoce esas y otras historias
porque las leemos en sus libros de cuentos. Sin embargo, en lo personal, creo que las
películas de Disney NO son para niños pequeños, de por sí las historias son
rudas hasta leídas y los malos son muy malos, pues todo eso pasado a la pantalla muestra escenas muy fuertes, que si somos empáticos con nuestros niños hasta dan yuyu.. Recuerden a Maléfica o a Úrsula, etc.
Habrá quien dirá, “así es la vida, que se
acostumbren”. Pues justo por eso, yo
creo lo contrario, ya tendrán tiempo para ver cosas feas y duras, no considero
necesario adelantárselos y menos que se "acostubren". Definitivamente, prefiero que estén en lo que algunos
consideran “una burbuja”, cuestión que para mí es respetar su edad. Si son los primeros años en los que deben conquistar
la seguridad según Erikson, no veo ni necesario, ni útil, ni educativo, introducirlos a ver cosas feas, violentas, que
incluso dan miedo.
Prefiero que descubran el amor, lo bello y lo bueno, que canten mucho y que vean cosas bonitas el mayor tiempo posible,
sin monstruos ni violencia innecesaria. Que sean niños cuando les toca ser niños. El odio, lo feo y lo malo con rapidez lo van experimentando en carne propia, sin necesidad de verlo en la tele.
Es fundamental ponerse en el lugar de nuestros niños y entender la fuerza e
impacto que tienen las imágenes con
audio que se ven en las películas; los colores, los sonidos, los rasgos, las
risas, la velocidad con la que pasan las escenas. En fin, para qué darles material para pesadillas
e inseguridades. Además, ¿para qué insensibilizarlos o acostubrarlos al mal o a lo feo?
Creo que es muy importante
concientizarnos de que si bien actualmente encontramos caricaturas monísimas y
súper educativas sea en cuestiones matemáticas, de lenguaje, de valores, de
idiomas, etc., NO toda caricatura por
ser de dibujitos infantiles es adecuada para todas las edades. De hecho hay
caricaturas que ni si quiera son para
niños de ninguna edad, sino para adultos o bien, para nadie.
No espero que
todos estén de acuerdo conmigo y respeto que en otras casas haya otras
costumbres, pero igualmente pido respeto. No tolero que
alguien al cuidado de mis hijos les ponga la tele sin mi autorización o que les ponga un programa que no considero apto o sin
supervisión de un adulto. Asimismo, lo que me resulta inconcebible e inaceptable que alguien les
pongan algo a “escondidas” de mí. Ahí sí
que me convierto en Hulk, porque peor que lo que pudieran ver, considero el
que un adulto les quite la autoridad a los padres y fomente la mentira y el engaño.
En fin,
independientemente de lo que cada familia decida, creo que es importante:
- Establecer un horario limitado para ver tele.
- Escoger los programas o películas a ver previamente.
- Acompañar a los niños mientras ven la tele, no usarla de “nana/canguro”.
- Enseñarles a elegir lo bueno para que sean más libres.
Y bueno para responder por qué mis hijos no ven tele "normal" como "todos", les digo que no es sólo porque la APA y psiquiatras reconocidos lo desaconsejen y pudiera generar déficit de atención. De hecho, estoy convencida de que la tele bien utilizada, con medida y escogiendo los programas, puede ser una herramienta y apoyo educativo excelente. Ahora bien, hay algunas cosas que ni para el bote de basura. En definitiva, sin control y sin medida, ésta impide un sano desarrollo físico, psicosocial, emocional y espiritual; ya que puede favorecer el sedentarismo, la pereza, la ociosidad, el desaprovechamiento del tiempo, la desvinculación, el relativismo, la falta de criterio racional y moral, así como la inmadurez, entre otras cosas que a final de cuentas obstaculizan el crecimiento pleno de la persona.
¡Lo que vemos sí es determinante para nuestra existencia,
va conformando nuestra identidad, nuestro ser y existir!
Por tanto, la decisión no está en prohibir o no, sino en saber elegir: qué, cuánto y cuándo.
Y en ser concientes de que todo tiene consecuencias.
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