Y que pasando los 2 años de golpe entra la etapa
del por qué…
Nunca te habías cuestionado una cosa tantas veces.
Definitivamente cualquier tema o frase a la que se le aplican más de 6 por qués seguidos te deja muda. Llega el punto en que
aunque fueras atea, la única respuesta correcta es “porque así lo quiso Dios”.
Lo importantes es que estés convencida de que ¡tú
hijo no te está tomando el pelo, ni probándote! En primer lugar, está
experimentando el poder de la pregunta y en segundo lugar, está descubriendo el
mundo y es su forma de investigar y conocer.
Si bien cada familia y cada niño son únicos, te comparto algunas sugerencias para esta
etapa:
·
Paciencia
Bajo advertencia no hay engaño, y qué
mejor que estar bien enterado de que tarde o temprano, llegará esta etapa en la
que el chiquitín parecerá disco rayado preguntando el por qué de todo, especialmente de cosas
respecto a las cuales a lo mucho puedes responder tres por qués consecutivos. Sabiendo
esto, es importante tomar en cuenta que tendrás que ser paciente porque no sólo
preguntan cuando estás relajado y sin quehacer, noooooooo, también en el momento
en que estás más liada, complicada y cansada. Así que, como decían en la tele, cuenta
hasta 10 y respira para dar tu mejor respuesta acompañada de una buena sonrisa.
·
Disfruta esta etapa, aprovechen para reír juntos
y para desarrollar tu creatividad y la de tu hijo.
o
Tómalo en serio, no te burles ni lo ignores.
Estas
primeras “conversaciones” con tu hijo siguen sembrando los cimientos para una futura comunicación eficaz y una relación
basada en la confianza.
o
Da respuestas concretas y sencillas, de acuerdo
a su edad.
o
Devuélvele la pregunta algunas veces
Ante una pregunta repetitiva cuya
respuesta conoce tu hijo, incítalo a pensar y a que él dé la respuesta: “A ver,
tú dime por qué…”, “qué fue lo que te expliqué…”
·
También resulta una oportunidad única para que
tu hijo te admire y a la vez, te sorprenda
o
Por un lado le ayudas a sentirse seguro a tu lado,
ya que ve que sabes “mucho” (aunque tú sepas que sólo sabes que no sabes nada…)
y ayudas a aprender. ¡Vaya!, que si por él fuera, te daría el Premio Nobel, el
Oscar, el Grammy y cualquier otro premio.
o
Asimismo, también sirve para que él aprenda que
nadie sabe todo (sí… ni si quiera tú, súper mamá/papá). De verdad, no quieras
saberlo todo, no te preocupes si te quedas sin respuesta, está bien reconocer: “no
sé, si quieres lo investigamos o le preguntamos a…”.
o
Y en consecuencia, también puedes aprovechar
para sorprenderte y admirar a tu hijo con sus respuestas y ocurrencias. Cuando
no sepas qué contestar pregúntale: “tú qué piensas…”
¡Realmente
es increíble ver el desarrollo cognitivo que alcanzan los niños en tan sólo dos
años!
Está
probado que estos años son fundamentales así que aprovechen cada segundo…
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