Mamás, la vida no es fácil y la vida perfecta no
existe… más que en las fotos. Siempre he
creído que las fotos son como actos de magia, donde lo que se ve es pura
ilusión óptica, enseñan lo que queremos que se vea y permanezca. Apreciamos,
sonrisas, paseos, diversión y momentos de gloria que reflejan lo mejor de nuestras vidas. Mientras
que, generalmente, las lágrimas, el esfuerzo, la tristeza, el dolor, el
aburrimiento, la frustración y los sacrificios no están retratados.
Las fotos hacen parecer a algunos seres humanos, o
tal vez a ti mismo, como seres con vidas perfectas que viven prácticamente un paraíso
envidiable. Sin embargo, tras esa
aparente línea del tiempo facebookera “perfecta” (mentira inhumana), cuando
conoces a las personas y sus historias “perfectamente imperfectas” más de una
vez aterrizas en la tierra y abrazas tu vida. Esa familia que viajaba
incesantemente a EUA no era para ver a Mickey únicamente, sino que llevan a
tratamiento a su hijo enfermo. O aquellos cuyos álbumes de fotos
son envidiables tanto en número como en lugares preciosos visitados, ya que
viajan más que los reporteros del National Geographic, pero no consiguen tener
hijos, se acaban de divorciar, les acaban de detectar alguna enfermedad o se
encuentran en un broncón económico.
Hay multitud de historias duras y hasta trágicas… En
fin, no vale ni la pena describir el montón de situaciones difíciles e
imperfectas que viven las familias tras las fotos perfectas. Vaya, que Facebook
está muy lejos de ser el reflejo del alma y situación familiar, biológica,
social, económica y espiritual de las personas.
Y bueno todo este rollo, viene para decirte que
aprendas a ver lo bueno y a disfrutar tu vida, ofrece los momentos duros por
los demás y búscales sentido. Participa activamente en el desarrollo de tus
hijos y sorpréndete con lo rápido que aprenden y crecen, así como con sus
ocurrencias. No esperes a no tener salud o a no tenerlos cerca para quererlos
abrazar, besar y apapacharlos. Si siempre que te piden que vayas con ellos
tienes algo más importante que hacer y nunca tienes tiempo para ellos, no te
asombres que cuando crezcan tu relación y comunicación con ellos sea nula y que
ellos tampoco tengan tiempo para ti.
Es importante centrarse en todo lo que sí se tiene
porque si no, empiezas a escribir un dramón de telenovela barata y se te hace
la costumbre de sólo ver lo negativo. Entonces, cualquiera resulta deprimida y
frustrada, tanto la que trabaja fuera de casa y deja a los niños en la
guardería, como la mamá full time o la que trabaja fuera de casa a tiempo
parcial y también la que hace home
office.
En caso de que estés de bajada por la montaña rusa de
la vida o incluso, por la parte más baja, aunque ahora no lo parezca, recuerda
que siempre tras la tormenta llega la calma. Y tras un trago amargo de la vida
pasa el tiempo, miras para atrás y descubres, (si lo viviste bien) que maduraste y que de una u otra forma tuvo
un sentido esencial en tu vida. Es un hecho que nunca se tiene todo en la vida,
siempre falta algo e incluso, en ocasiones suceden desgracias incomprensibles que
nos exigen sacar lo mejor de nosotras mismas, dar más del 100% y seguir
adelante sin perder la esperanza.
Así que asúmelo, todas, sin importar las fotos que
colguemos, somos parte del mismo club:
Mamás
perfectamente imperfectas con vidas perfectamente imperfectas.
Sólo que el club tiene dos versiones y te toca
escoger en cuál te afilias, en el de las: infelices o felices. Creo que está
por demás recomendar el de:
Mamás perfectamente imperfectas con vidas perfectamente
imperfectas
y con todo y eso, o por eso:
felices y agradecidas.
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