jueves, 2 de febrero de 2012

Pérdida de glamour tras el parto...


Siempre hay quien se arregla más o menos, quien trae a la diseñadora de moda más a flor de piel o medio escondida. Lo que es impresionante es que de acuerdo a tus estándares cotidianos, tras el parto sufres una pérdida de glamour significativa, pero no te agobies, puedes recuperarlo. Te pondré algunos ejemplos, "just in case", para que si te pasa, no te sientas un bicho raro. 

Bueno antes quisiera recordarte que para confirmar toda regla siempre hay alguna excepción, pero tómala como eso que es: una excepción. Esto está ejemplificado por  la que, ni antes, ni durante, ni después del parto pierde el glamour por más que veas en vivo, en  fotos o en videos: alisado perfecto, pestaña enchinada, ojos y boca delineados, sale del hospital usando talla 2 y tacón de 10 cms. Recuerda,  no es lo normal, es más frecuente en las películas que en la realidad.
Así que centrémonos en lo que sucede al común de las mortales: todo empieza con que después del parto lo que te queda bien es tu ropa de embarazada y eso que ya estás desembarazada. Si das pecho, al principio te identificas más con una mujer africana de una tribu cualquiera que con una occidental urbana. Tus pechos entre entre una y otra cosa, están más aereados que nunca, ya no sabes si son tuyos o de dominio público. Claro, por la misma razón, no te puedes poner cualquier blusa, más aún, no siempre llegas a la fase de vestirte. Como podrás imaginar,  se va de vacaciones el tiempo para pintarte las uñas, depilarte y maquillarte. De hecho, tu maquillaje natural se conforma de unas ojeras divinas que no permiten disimular tu cansancio. Lo mejor es que cuando logras arreglarte, más vale que te acostumbres a que no es raro que descubrir que tu ropa está decorada y perfumada con alguna vomitadita o en su defecto, moquitos, babas, comida; o bien, cuando sales reluciente, tarde que temprano te das cuenta que vas con la blusa medio desabotonada y las botas o el pantalón con el cierre abajo...

En fin, lo importante es mantener la calma porque todo en esta vida pasa. Es normal que en un principio te sientas confundida, triste y culpable de estar así cuando estás viviendo el sueño dorado. ¡Paciencia! ¡Date chance! Todo lo que vale, cuesta y tu hij@ vale estos sacrificios. Estás aprendiendo y tu bebé también. Por tanto, te diría que no sólo aguantes, sino que no exageres en autoexigencia y sobre todo, que intentes disfrutar dentro de lo posible esta etapa que no vuelve, en cambio el glamour sí que volverá, bajo nuevos estándares y adaptado a la nueva "temporada" pero vuelve. Ya tienes suficientes situaciones para estresarte como para añadir una más...





1 comentario:

  1. Es tal cual!! Es importante no ponerse metas poco realistas, y disfrutar esta etapa con sus cosas buenas y sus cosas malas!!

    Muy bueno el Blog. Gracias por compartir tus experiencias!

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