ARRIVAL-
LA LLEGADA
Por Luz Ma
Dollero @equilibrium4mom
NOTA: ¡Contiene
spoilers!…. Si quieres ver la peli, lee el artículo luego…
El otro día mi marido me dio varias opciones para
elegir qué película quería ver. De cada una me iba dando una breve explicación
y cuando llegó el turno de “Arrival”, mi cerebro registró:
“La
llegada - de – marcianos”.
…Así que no pasó el filtro y evidentemente, escogí otra.
Sin embargo, el fin no me dio alternativas. Él
había decidido que íbamos a ver Arrival, porque “estaba mega nominada por todos lados a los Óscares”. Por lo que no
me quedó de otra, más que hacer un sacrificio y fumarme a los marcianos sin
rechistar… Pero, para mi sorpresa, la
verdad es que sí me gustó la película, aunque se me hizo un poco lenta.
Para variar, mi cerebro racional me asaltó con
algunas preguntas que les expondré antes de compartirles los tres puntos que me
encantaron de la peli:
- ¿Por qué cuando la Doctora pregunta que cómo son los extraterrestres y que qué onda con el asunto, le dicen que ya verá?... ¡Por eso el anterior que contrataron se les murió del susto!... Creo que, si la contrataron o cuasi secuestraron para ayudar a resolver el asunto, poniendo en riesgo su vida, tenía derecho a estar informada...
- ¿En qué universidad trabajaba la Doctora? ¡Porque si su sueldo de profe le alcanzaba para esa casita espectacular con vista al lago, definitivamente, quisiera mandar mi CV!…
- Si los extraterrestres venían en son de paz, querían ayudar, tenían un súper lenguaje avanzadísimo que les permitía conocer el futuro, ¿cómo es no se les ocurrió poner una banderita blanca en sus naves o traer su mensaje escrito en al menos en un “idioma humano”?… ¡Esto hubiera simplificado el asunto y hubiera evitado miles de altercados, levantamientos y stress!… ¡Sobre todo si ya sabían cómo somos los humanos de malos para esto de la comunicación pacífica y de tiquismiquis con lo que consideramos desconocido o diferente a nosotros? ¿O será que no tenían espejos y no sabían que nos podríamos sentir un poco intimidados con su presencia y la de sus aparatitos monstruosos? ¿O será que simplemente les divertía ver a los “humanitos frikeados”, a tope de adrenalina y a punto de hacer estallar un conflicto mundial?...
- Por tanto, ¿realmente querían ayudar o sólo lo hacían por mera conveniencia, dado que en 3000 años iban a necesitar nuestra ayuda? ¿Los movía el bien común del universo o meras intenciones pragmáticas-utilitaristas para proteger su especie?
En fin, ¡ya paro, que creerán que no me gustó la
peli!... Y la verdad es que sí me gustó y me puso a trabajar el chícharo... Les
comparto los tres puntos principales que me parecieron interesantes para
reflexionar:
1. LA
IMPORTANCIA DEL LENGUAJE Y SU RELACIÓN CON NUESTRA FORMA DE PENSAR Y ACTUAR.
Sin intentar descifrar qué es primero, el huevo o
la gallina, es cierto que la cultura y la lengua nos dotan de características
propias y moldean nuestro pensar y actuar. Todos sabemos que no es lo mismo hablar
español de México que castellano de España, no sólo porque aquí pedimos jugo de
toronja con popote y allá sería, un zumo de pomelo con pajita. Estereotipos o
no, pero el lenguaje nos hace ser diferentes y actuar de diversas maneras: ahí
está el mexicano dándole mil vueltas al asunto, mientras el español súper
directo ya fue y vino tres veces. El mexicano adorna las frases y usa diminutivos
constantemente, permitiéndole al español sonreír, sentir calidez y a la vez
dudar de “tanta amabilidad” y hasta cuestionarse si el gasto de saliva y tiempo,
realmente valdrá la pena. Sin ir más allá, otra palabra determinante que causa asombro
e incertidumbre, no solo por el sonido, sino por su amplio significado, es el
famoso “ahorita” mexicano, que abarca todo un espectro de “posible” acción: puede
oscilar entre “un rato”, la próxima semana o bien, un tiempo indeterminado…
Asimismo, la profesión que escogimos y los amigos
que tenemos marcan nuestro pensar y nuestro actuar... ¡Vaya, es obvio, que no
hablan igual los abogados, que los filósofos, los doctores, los punkies, los
artistas, los intelectuales, los liberales o los conservadores! ¡Ni hablan, ni
piensan, ni se visten igual, ni perciben el mundo igual!….
Por eso, cuando estás fuera de “país” y/o de “tu
grupo”, te sientes marciano o ves a los “otros” como marcianos y se
requiere realizar un esfuerzo extra y tener capacidad de adaptación y paciencia para lograr entrar en contacto, conocerse mutuamente y conseguir que fluyan las relaciones…
2. COMUNICARSE
EFICAZ Y EFECTIVAMENTE CON MARCIANOS ES POSIBLE, SI SE ES: ASERTIVO, PACIENTE,
EMPÁTICO, TRANSPARENTE Y SE CLARIFICAN LAS DUDAS SIN RODEOS.
Antes de buscar extraterrestres para probar nuestra
capacidad para comunicarnos, podemos empezar a practicar con los marcianos que
tenemos al lado: sea el esposo/a, los hijos, familiares, jefes, compañeros de
trabajo, vecinos o personas con las que nos topamos que a veces de verdad
parecen que vienen no de otro planeta, sino de otra galaxia. Todos estos
marcianos a veces “sacan” a relucir nuestro peor “yo” y se establecen las
formas más negativas y bélicas de comunicación, llenas de prejuicios,
humillaciones, ridiculizaciones, posiciones autoritarias o por el contrario, de
indiferencia…
¿Y esto por qué sucede? Tal vez porque vivimos a la
defensiva justo pensando que todos esos seres diferentes a nosotros son
marcianos peligrosos. Tal vez porque tenemos heridas no sanadas o porque no
conocemos mejores formas para comunicarnos. Y así, no llegaremos muy lejos, ni
en crecimiento personal ni en cuanto a consecución del bien común.
Debemos aprender a ver al otro, no como
enemigo de otra galaxia, sino como un
ser único e irrepetible y valioso de mi misma naturaleza y de mi mismo planeta (aunque
a veces no lo parezca). Debemos aprender
a valorar lo diferente para enriquecernos y crecer. En realidad, cuando más nos conocemos y crecemos es en
el encuentro con el otro. Por eso, debemos:
Desarrollar habilidades para comunicarnos "sin trajes" y prejuicios,
con humildad, empatía,
respeto, compasión y amor,
para así poder generar puntos de encuentro.
3. SI
CONOCIERAS EL FUTURO… ¿CAMBIARÍAS TUS
DECISIONES?
¿Tú qué harías en el lugar de la Doctora?
O bueno, para hacerlo más fácil, responde con
honestidad:
Conociendo
tu presente, ¿cambiarías tu pasado?
Y qué tal si hacemos un planteamiento más real y
posible:
¿Cuál es tu propósito, cuál es tu misión aquí?
Conociendo tu pasado y el futuro que
quieres:
¿Qué cambiarás de tu presente?...
¿Cómo vivirás tu presente para poder vivir
el futuro que quieres?
… En fin, ahí te lo dejo de tarea….
No hay comentarios:
Publicar un comentario