martes, 28 de febrero de 2017

ARRIVAL - LA LLEGADA

ARRIVAL- LA LLEGADA
Por Luz Ma Dollero @equilibrium4mom

NOTA: ¡Contiene spoilers!…. Si quieres ver la peli, lee el artículo luego…




El otro día mi marido me dio varias opciones para elegir qué película quería ver. De cada una me iba dando una breve explicación y cuando llegó el turno de “Arrival”, mi cerebro registró:

“La llegada - de – marcianos”.

…Así que no pasó el filtro y evidentemente, escogí otra.

Sin embargo, el fin no me dio alternativas. Él había decidido que íbamos a ver Arrival, porque “estaba mega nominada por todos lados a los Óscares”. Por lo que no me quedó de otra, más que hacer un sacrificio y fumarme a los marcianos sin rechistar…  Pero, para mi sorpresa, la verdad es que sí me gustó la película, aunque se me hizo un poco lenta.

Para variar, mi cerebro racional me asaltó con algunas preguntas que les expondré antes de compartirles los tres puntos que me encantaron de la peli:

  • ¿Por qué cuando la Doctora pregunta que cómo son los extraterrestres y que qué onda con el asunto, le dicen que ya verá?... ¡Por eso el anterior que contrataron se les murió del susto!... Creo que, si la contrataron o cuasi secuestraron para ayudar a resolver el asunto, poniendo en riesgo su vida, tenía derecho a estar informada...


  • ¿En qué universidad trabajaba la Doctora? ¡Porque si su sueldo de profe le alcanzaba para esa casita espectacular con vista al lago, definitivamente, quisiera mandar mi CV!…


  • Si los extraterrestres venían en son de paz, querían ayudar, tenían un súper lenguaje avanzadísimo que les permitía conocer el futuro, ¿cómo es no se les ocurrió poner una banderita blanca en sus naves o traer su mensaje escrito en al menos en un “idioma humano”?… ¡Esto hubiera simplificado el asunto y hubiera evitado miles de altercados, levantamientos y stress!… ¡Sobre todo si ya sabían cómo somos los humanos de malos para esto de la comunicación pacífica y de tiquismiquis con lo que consideramos desconocido o diferente a nosotros? ¿O será que no tenían espejos y no sabían que nos podríamos sentir un poco intimidados con su presencia y la de sus aparatitos monstruosos? ¿O será que simplemente les divertía ver a los “humanitos frikeados”, a tope de adrenalina y a punto de hacer estallar un conflicto mundial?...


  • Por tanto, ¿realmente querían ayudar o sólo lo hacían por mera conveniencia, dado que en 3000 años iban a necesitar nuestra ayuda? ¿Los movía el bien común del universo o meras intenciones pragmáticas-utilitaristas para proteger su especie?


En fin, ¡ya paro, que creerán que no me gustó la peli!... Y la verdad es que sí me gustó y me puso a trabajar el chícharo... Les comparto los tres puntos principales que me parecieron interesantes para reflexionar:

1. LA IMPORTANCIA DEL LENGUAJE Y SU RELACIÓN CON NUESTRA FORMA DE PENSAR Y ACTUAR.

Sin intentar descifrar qué es primero, el huevo o la gallina, es cierto que la cultura y la lengua nos dotan de características propias y moldean nuestro pensar y actuar.  Todos sabemos que no es lo mismo hablar español de México que castellano de España, no sólo porque aquí pedimos jugo de toronja con popote y allá sería, un zumo de pomelo con pajita. Estereotipos o no, pero el lenguaje nos hace ser diferentes y actuar de diversas maneras: ahí está el mexicano dándole mil vueltas al asunto, mientras el español súper directo ya fue y vino tres veces. El mexicano adorna las frases y usa diminutivos constantemente, permitiéndole al español sonreír, sentir calidez y a la vez dudar de “tanta amabilidad” y hasta cuestionarse si el gasto de saliva y tiempo, realmente valdrá la pena. Sin ir más allá, otra palabra determinante que causa asombro e incertidumbre, no solo por el sonido, sino por su amplio significado, es el famoso “ahorita” mexicano, que abarca todo un espectro de “posible” acción: puede oscilar entre “un rato”, la próxima semana o bien, un tiempo indeterminado…

Asimismo, la profesión que escogimos y los amigos que tenemos marcan nuestro pensar y nuestro actuar... ¡Vaya, es obvio, que no hablan igual los abogados, que los filósofos, los doctores, los punkies, los artistas, los intelectuales, los liberales o los conservadores! ¡Ni hablan, ni piensan, ni se visten igual, ni perciben el mundo igual!….

Por eso, cuando estás fuera de “país” y/o de “tu grupo”, te sientes marciano o ves a los “otros” como marcianos  y se requiere realizar un esfuerzo extra y tener capacidad de adaptación y paciencia  para lograr entrar en contacto, conocerse mutuamente y conseguir que fluyan las relaciones…





2. COMUNICARSE EFICAZ Y EFECTIVAMENTE CON MARCIANOS ES POSIBLE, SI SE ES: ASERTIVO, PACIENTE, EMPÁTICO, TRANSPARENTE Y SE CLARIFICAN LAS DUDAS SIN RODEOS.

Antes de buscar extraterrestres para probar nuestra capacidad para comunicarnos, podemos empezar a practicar con los marcianos que tenemos al lado: sea el esposo/a, los hijos, familiares, jefes, compañeros de trabajo, vecinos o personas con las que nos topamos que a veces de verdad parecen que vienen no de otro planeta, sino de otra galaxia. Todos estos marcianos a veces “sacan” a relucir nuestro peor “yo” y se establecen las formas más negativas y bélicas de comunicación, llenas de prejuicios, humillaciones, ridiculizaciones, posiciones autoritarias o por el contrario, de indiferencia…

¿Y esto por qué sucede? Tal vez porque vivimos a la defensiva justo pensando que todos esos seres diferentes a nosotros son marcianos peligrosos. Tal vez porque tenemos heridas no sanadas o porque no conocemos mejores formas para comunicarnos. Y así, no llegaremos muy lejos, ni en crecimiento personal ni en cuanto a consecución del bien común. 

Debemos aprender a ver al otro, no como enemigo de otra galaxia, sino como un ser único e irrepetible y valioso de mi misma naturaleza y de mi mismo planeta (aunque a veces no lo parezca). Debemos aprender a valorar lo diferente para enriquecernos y crecer. En realidad, cuando más nos conocemos y crecemos es en el encuentro con el otro. Por eso, debemos:

Desarrollar habilidades para comunicarnos "sin trajes" y prejuicios,
con humildad, empatía, respeto, compasión y amor, 
para así  poder generar puntos de encuentro.






3. SI CONOCIERAS EL FUTURO…  ¿CAMBIARÍAS TUS DECISIONES?

¿Tú qué harías en el lugar de la Doctora?



O bueno, para hacerlo más fácil, responde con honestidad:

Conociendo tu presente, ¿cambiarías tu pasado?

Y qué tal si hacemos un planteamiento más real y posible:

¿Cuál es tu propósito, cuál es tu misión aquí?

Conociendo tu pasado y el futuro que quieres:

¿Qué cambiarás de tu presente?...

¿Cómo vivirás tu presente para poder vivir el futuro que quieres?






… En fin, ahí te lo dejo de tarea….


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