martes, 29 de noviembre de 2016

Suecia, en caída libre hacia un "aburrimiento absolutamente inimaginable"






Me encantó el artículo que compartió una amiga, vale la pena reflexionar sobre su contenido...

Plasma concretamente lo equivocados que estamos al confundir la felicidad con el placer, la felicidad con el libertinaje, la felicidad con la desvinculación social, la felicidad con vivir sin compromisos ni ataduras, la felicidad con el bienestar económico y el prestigio social...

Parece que el precio que se tiene que pagar por vivir desvinculado de sí mismo, de la verdad, de la propia naturaleza humana, de la capacidad de amar y de la comunidad es muy alto: soledad, abandono y una vida sin sentido...

Dramáticamente, a cambio de obtener un espejismo falaz de "felicidad" o más bien, de placeres inmediatos, se renuncia a la verdadera felicidad para finalmente quedar vacíos...

A final de cuentas, parece que respetar la naturaleza humana, 
reconocer la dignidad de la persona, 
valorar la familia, aceptar el compromiso, 
abrirse a la vida, 
mantener la vinculación social 
y priorizar el amor de quiero querer en las buenas y en las malas y hasta la muerte, 
son variables fundamentales en la ecuación vital para ser verdaderamente feliz... 

Se quiera reconocer o no...



No hay comentarios:

Publicar un comentario