viernes, 6 de noviembre de 2015

#Intensa-Mente: 10 puntos para criar con conciencia, con amor y con visión de futuro








Actualmente se escucha mucho sobre educar con apego, con conciencia, con respeto, con paz, con amor y con otros apelativos que en el fondo, creo, comparten lo esencial... Sin importar el título que se le dé, a mi parecer buscan  retomar el sentido común y recuperar la conciencia de la dignidad del ser humano.

¿Cómo educar con cociencia, con respeto y con amor?

La película de #Intensa-Mente da pinceladas básicas para tomar en cuenta si se quiere formar con amor a los hijos y con visión de futuro. Esto es, más allá del aquí y el ahora y de la conducta específica de un momento dado. Es de agradecer que los papás de Riley son presentados muy "normales", con sus personalidades únicas, con aciertos y con errores, esto facilita la identificación. Ellos quieren lo mejor para ella, intentan educarla con "conciencia y con amor", respetando su individualidad, validando sus emociones y sin golpes ni chantajes o amenazas. A veces no saben qué hacer o incluso la riegan, pero buscan rectificar, acompañarla y sobretodo, no perder la conexión.   

 A continuación, a partir de la película #Intensa-Mente, expondré 10 puntos indispensables para omar en cuenta si se quiere formar con amor:

  • En primer lugar, parecerá obvio, pero hay que ver a los hijos como lo que son: un quien, esto es una persona única e irrepetible.
 
Los hijos son personas individuales, no son una extensión nuestra, ni objetos de nuestra posesión, ni nuestras mascotitas... 
¡Son seres humanos personales, recién salidos del horno, 
con capacidades, ritmos, intereses, gustos y necesidades propias!

  • En segundo lugar, los hijos (menores de edad) son personas viviendo las primeras etapas de desarrollo, no son adultos.
En consecuencia, hacen más o menos, antes o después, lo "normal" para  niños de su edad. Así pues, Riley bebé hace cosas propias de un bebé, Riley niña se porta como es de esperar y Riley pubertilla empieza actuar como cualquier niño entrando a la "edad del pavo". ... De hecho, seguro más de uno, recordó a sus hijos viviendo aventuras, travesuras y situaciones parecidas a las de Riley.

Por tanto, tan ridículo es inscribir  a un bebé a la universidad como pedirle que no quiera que se le cargue el mayor tiempo posible. Asimismo, resulta impensable dejar solo en casa a un niño de 2 años para que tenga la comida lista y la casa recogida, mientras uno sale a hacer pendientes, como exigirle que se esté quieto, callado y que cuando se sienta triste, cansado o frustrado no llore sino que mantenga la calma para  explicar con palabras lo que siente...

Los niños son niños, no adultos y bien dicen:  no le puedes pedir peras al olmo...

Es fundamental hacer consciente este punto y conocer acerca del desarrollo "normal",
para que no creas que tu hijo es el "único" que hace "lo que no debe" y no hace "lo que debe".
También para ajustar las expectativas a la realidad y a su individualidad,
para no exigir imposibles... 
Como que se porte como adulto o como un ente imaginario "perfecto",
solo para satisfacer tus deseos y traumas personales sin respetar su dignidad.

  • En tercer lugar, se deben romper paradigmas negativos "tradicionales" que etiquetan a los niños como "chantajistas, malos, abusivos", "más listos que el hambre", o "que se dedican a tomarte el pelo", etc.  
Los niños, al igual que Riley, son buenos y en general, alegres, sencillos y transparentes, 
pero eso no quiere decir que no cometan errores o que a veces hagan cosas indebidas. 

Urge cambiar la percepción que se tiene de ellos, 
porque la manera de concebirlos afecta directamente 
la forma en cómo nos relacionamos con ellos, 
en cómo los tratamos, en cómo les hablamos  
y en cómo ellos se comportan con nosotros y con los demás.


  • En cuarto lugar, es necesario cambiar la forma de expresarnos, ya que hay una abismal diferencia entre el adjetivar al "ser" y relatar su "hacer", o sea entre adjetivar al niño o describir su conducta... Nadie "es" sus fallos. Definitivamente, hace una gran diferencia utilizar el verbo ser que el estar/hacer:  
"Eres" un niño malo vs "estás" pegando y pegar "está" mal.
  •  En quinto lugar,  hay que ser pacientes con los niños, ya que tienen los sentimientos y las emociones a flor de piel y en estado bastante salvaje. Ellos aún necesitan aprender a  distinguirlas, nombrarlas, manejarlas y encauzarlas.  Como formador, en lugar de negárselas u obligarlos a reprimirlas,  ayudarles a reconocerlas y manejarlas.
Te invito a reflexionar sobre la diferencia que existe entre decir a tu hijo:  

"No quiero ni una lágrima más, 
ya verás como te va donde me vuelvas a pegar, 
eres un berrinchudo y grosero, 
así nadie te va a querer" 

vs 

"Entiendo que estés enojado y frustrado 
porque no te compré el dulce que querías, 
es normal que te sientas así y que llores, 
recuerda que no se permite golpear,
si quieres te puedo abrazar". 

¿Cómo ves? ¿Cuál te gustaría escuchar? ¿Con alguna te sientes atacado u ofendido?

¿Cómo podría  impactar en tu hijo, en su ser y en su hacer, una u otra?
  • En sexto lugar, durante la peli se ve como los papás de Riley, como cualquier otro papá o mamá del mundo, a pesar de las buenas intenciones, se equivocan:  tal vez al quererla forzar a que coma brócoli siendo que no le gusta, a lo mejor haciendo un cambio sin explicar lo suficiente o incluirla más, posiblemente suponiendo que como es una niña se adaptaría al cambio de ciudad sin mayor dificultad porque "los niños ni se enteran" y "son felices en cualquier lado", quizás estando distraídos y no escuchándola realmente y para rematar diciendo justo lo que hace explotar la bomba... .
Optar por criar con apego, conscientemente y con respeto no te hace infalible... 
¡Estaría bien, pero no sucede! 


 Cada día aciertas, hierras, corriges y sigues caminando por este maravilloso y retador camino.

  • En séptimo lugar,  los papás dentro de sus posibilidades, procuran estar presentes en la vida de sus hijos, apoyarlos y acompañarlos en las buenas y en las malas... ¡Hasta logran crear buenos recuerdos de situaciones inesperadas o incluso adversa!


     Por ejemplo cuando Riley falló en el hockey y pierde su equipo, sus padres se acercan a ella en el árbol. Van a ella. No la dejan sola ni tampoco le echan rollos de: "no exageres, todo el mundo falla, equivocarse es de humanos, para la próxima podrán  ganar, a veces se pierde y a veces se gana, acostúmbrate, así es la vida, no es para tanto"... ¡No!,,,  Realmente la acompañan, validan y respetan sus sentimientos y logran "pintar de amarillo un recuerdo azul"...

    • En octavo lugar, quien que optan por este estilo de crianza, se reconoce  un ser mortal, limitado e imperfectos. Ven los errores, propios y ajenos, como oportunidades de crecimiento y son capaces de sentir compasión, perdonar, pedir perdón y rectificar cuando la riegan. Y a la vez, procuran que sus hijos sean resilientes, proactivos y a la vez humildes.
    • En noveno lugar, los padres que quieren criar con conciencia y con amor,   saben que deben mantenerse siempre conectados con su hijo. Por lo que antes de realizar alguna racionalización, primero validan los sentimientos. Saben que no hay que desestimar ni minusvalorar los sentimientos del otro.   
    Cuando en su mundo infantil los hijos se enfrentan a una "desgracia", cuando se les rompe su juguete, pierden un partido o se mudan de ciudad o de país le dan importancia a sus sentimientos. Reflexiona cómo te  sentirías si tus papás, o sea tus ídolos de quienes esperas todo el apoyo, te dijeran en esas situaciones: "sólo es un juguete, da igual, no se llora por eso, si tienes mil juguetes más... Cambiarse no es para llorar, agradecido deberías estar por poder estar conociendo otro lado. Al final acá harás nuevos amigos y luego ni recordarás a los de antes. Además, esta ciudad está más padre y la escuela mil veces mejor que la otra. Y no es por nada, pero para que lo tengas bien presente, si no nos veníamos no comerías, ni tendrías ropa y ni al hockey irías porque tu papá allá ya no tendría trabajo"... 



    Seguro no sentiste empatía, ni cercanía ni apoyo.. ¡Vaya! Espero que no te hayas sentido a gusto con esas frases que aunque sean o no ciertas, en realidad poco importa... Cuando se sufre una pérdida,  no se necesitan racionalizaciones, ridiculizaciones y menos minuvaloraciones. Lo que necesita tu hijo es sentir que lo entiendes. Quiere saber que sigues conectada con él.  Quiere sentir que entiendes que le cueste el que su osito se haya roto,  que está triste, frustrado y enojado por haber perdido un partido o mudarse de ciudad. Necesita oir que es normal sentir lo que siente, llorar porque extraña a sus amigos o su lugar favorito para comer...

    Si se siente conectado, después habrá tiempo de decir o hacer más cosas... 
    En el aquí y ahora lo que toca es no perder la conexión y formar con visión de futuro...
    La mayoría de las veces cuando alguien se acerca y nos abre su corazón, 
    no busca "te-lo-dijes", racionalizaciones,  ni soluciones ni respuestas. 
    En  general, lo único que se busca es una oreja que lo escuche, 
    un hombro para llorar, 
    unos brazos para ser abrazado 
    y una boca que funcione como altavoz de su interior 
    para poder escucharse en fuerte 
    y auto comprenderse 
    o auto corregirse si fuera necesario. 
    (De hecho, hay dos escenas muy buenas que ejemplifican esto: Tristeza escuchando, parafraseando y reafirmando a Bing Bong y  la mencionada anteriormente, cuando Riley falla en hockey y sus papás van a acompañarla al árbol).

    A los padres de Riley, les importaba sobretodo cuidar su relación con su hija. Ambos, eran padres presentes, comprometidos con su crianza y tenían una visión positiva de su niña, incluso cuando ella reaccionaba y actuaba "mal", hasta cuando había robado y se había escapado... Cuando la encuentran, antes que nada, buscan acercarse a ella, hacen todo por reconectarse con ella, escucharla, comprenderla, ponerse en sus zapatos, arroparla y hacerla sentir en puerto seguro.



    Son flexibles y van más allá de la obediencia ciega, inmediata y a corto plazo, saben que se tiene que bañar pero disfrutan perseguirla y se ríen cuando ella corre encuerada y con el calzón en la cabeza por toda la casa... Son pacientes, saben priorizar y dejar que aprenda de sus errores. Saben que a veces bastan las consecuencias naturales para arrepentirse, reflexionar y cambiar. Por esocuando vuelve se ahorran sermones, no le restriegan sus errores, ni la ridiculizan o chantajean.

    • Por último, el décimo punto para formar con amor es buscar el desarrollo integral y equilibrado propio y de los hijos. Por eso, los padres de Riley habían promovido que tuviera pilares sólidos:
    1. La familia
    2. Amistades sanas
    3. Ejercicio y tiempo de ocio enriquecedor
    4. Honestidad 
    5. Sentido del humor y visón positiva de la vida 

    En fin, para concluir es importante recalcar que los hijos son un regalo precioso y realmente son sorprendentes. A veces les exigimos lo que ni siquiera pueden dar o lo que ni nosotros damos o hacemos... Obviamente cometen errores, al igual que los adultos, pero a diferencia de los grandulones, a ellos no se les puede imputar gran responsabilidad, ya que se equivocan con verdadera inocencia, ignorancia, inconciencia y hasta con  cierta incapacidad o limitación para poder actuar distinto, ya que a penas están creciendo y su cerebro madurando.
    Los niños perciben más de lo que imaginamos, sienten  mucho más que temor, desagrado, tristeza, furia y alegría y no sabe qué hacer con todo eso. Tienen inquietudes y problemas que parecieran irracionales y nimiedades, pero que para ellos, son tremendamente importantes y decisivos
    para su autoestima, autoconcepto y en sí, para su vida...

    No basta "adiestrarlos" ni "instruirlos", 
    hay que aprender a mirar su belleza y riqueza interior, 
    necesitamos apender a escuchar su alma a través del brillo de sus ojos,  
    y sí debemos formarlos, pero con visión a futuro, 
    y sobretodo siempre amándolos sin límite..

    ¡Sólo entonces estaremos criando concientemente y con amor!






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