sábado, 31 de agosto de 2013

Así fue la visita guiada: "LAS CANTINAS NO ESTÁN EN HUELGA, ¡VAMOS A CELEBRARLO!"



¡Mil gracias a quienes participaron en el Tour a Cantinas y el Tenampa


Nos la pasamos muy bien y de hecho, se hicieron merecedores de una medalla de oro... Claro, de chocolate, por mantenerse fieles a la causa a pesar de los tiempos clímáticos y políticos que ahuyentaron a algunos. 

Las inclemencias del tiempo acuoso y frío que se ha instalado en nuestra ciudad, haciéndole compañía a los maestros que desalojaron justo el día anterior para que pudiéramos hacer nuestro tour muy en paz, nos acompañaron en el recorrido "a patín" por el centro... ¡Pero no nos detuvieron!

Les contaré un poco sobre nuestro recorrido: 

Visitamos dos cantinas o "templos de dos hojas", el Gallo de Oro y la Buenos Aires, y el Salón Tenampa. 

Empezamos en Bellas Artes y caminamos con nuestros paragüas por Madero, que está increíble ahora que es peatonal.

Pasamos por la Iglesia de San Felipe de Jesús y el Sanborns de los Azulejos, así que nos contaron sobre ellos.  

Giramos a la derecha en Bolívar hasta llegar a la calle Venustiano Carranza, antes llamada Cadena, famosa porque ahí vivía Don Porfirio Díaz. Está la Plaza de la Ranita y el Colegio de Niñas.

En la esquina está el Cantina el Gallo de Oro, nuestra primera parada. Tradicional por ser de las más antiguas de la ciudad, ya que abrió sus puertas en 1874. Aunque ha sufrido algunas modificaciones como la incorporación de la televisión y la autorización para que entren mujeres desde 1982, se respira en el ambiente historia. Les aseguro que alguno de nosotros nos sentamos en la silla que en la cual se sentó el Che, Manuel Acuña, Guillermo Prieto, Justo Sierra u otros personajes que pasaron por ahí.  Asimismo, fue lugar de inspiración para la novela de Juan Rulfo "El Gallo de Oro", el cuento/poema de  Aleksandr Pushkin y la ópera rusa con música de Nikolái Rimski-Kórsakov y libreto en ruso de Vladímir Belski.
Ojalá las paredes y los muebles hablaran, porque nos enteraríamos de historias fascinantes.

Nota. Si algún día van, manden un emisario varón  a ver el mingitorio con azulejos iguales a los del Reloj de la Plaza de la Ranita y que le tome foto para que las mujeres lo vean.


De ahí nos fuimos caminando a la Cantina Buenos Aires que está muy cerca. Ésta estaba localizada al lado del Hotel Buenos Aires, lugar donde se hospedaron personajes como Julio Cortázar y Fidel Castro. La construcción y la ambientación de esta cantina contrasta totalmente con la primera, porque está modernizada y ya con la música a nivel adecuado para facilitar el tipo de comunicación actual:  comunicación escrita (chat) con personas a kilómetros de distancia para incomunicarse con los que se tienen a menos de un metro.  La cantina está muy bonita y muy bien decorada, pero ya se ve más acoplada al "turismo".  Eso sí, no se les ocurra preguntar por algo sin alcohol, porque la señorita mesera, les aplicará una mirada fulminate y en tono de declaración de "otro idiota", te responde: "¿si sabe que ésta es una cantina?"... Vaya, la atención al cliente mala, no sé si así sean con todos o sólo con los que no van a emborracharse o tuvo un mal día y tuvimos suerte de que nos atendiera. 


Lo curioso es que se cuentan historias entretenidas de fantasmas que se pasean por ahí: una de una monja que se aparece cerca de lo que era la caldera del hotel, que ahora está adosado a la barra de la cantina y una de una prostituta en el balcón de lo que era el hotel. Así que si algún día van solos a tomarse algo, que sepan que compañía no les faltará, hay opciones...  

Nota. En la esquina con Madero, está el Bar Madero, antes el Restaurant Bar Gambrinus, famoso por ser el lugar donde durante la Decena Trñagica, Victoriano Huerta le pidió su pistola a Gustavo A. Madero para verla y entonces, con esa misma, cortó cartucho y lo hizo prisionero, para luego ordenar su ejecución.
  

Finalmente, fuimos al Salón Tenampa en plaza Garibaldi. La plaza Garibaldi está muy bien arreglada y cuidada, la verdad es que me quedé totalmente sorprendida.

 
Poco antes de llegar vimos una Pulquería que tenía al lado derecho el famoso Departamento para Damas, ya que no podían entrar al establecimiento, en esa puerta podían comprar pulque y llevarlo a su casa. 

 



El Tenampa, también ha sido remodelado, tiene unos azulejos preciosos con las suertes de la charrería y unas pinturas muy curiosas de personajes famosos: Pedro Infante, Jorge Negrete, Juan Ga, etc. 

Y pues ahí terminó el recorrido con el guía y nos quedamos a cenar, mientras escuchas a los mariachis que te hacen hervir la sangre mexicana. 

Sé que muchos se quedaron con ganas porque ya tenían planes por ser puente y por la pelea del Canelo.... Pero, ¡no se preocupen!, ya estamos organizando la siguiente, estén atentos o si alguien quiere que le organicemos uno privado, avísenme por mail equilibrium.bcn@gmail.com.








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