Claro que depende las edades, así
que toma lo que te sirva:
- Lleva tu carreola y cangurera, porque si bien te dejan entregar la carriola justo en la puerta del avión, depende de las aerolíneas y/o de los aeropuertos, a veces no te la dan al bajarte del avión, sino que te la entregan en la cinta de las maletas o en una cinta especial. Esto evidentemente es un shock porque además del bebé mínimo llevas la pañalera y algo más y las distancias en los aeropuertos generalmente no son cortitas.
- Lleva una bolsa pequeñita de preferencia de las cruzadas, mejor si es de las especiales que puedes ponerte debajo de la ropa para llevar lo esencial bien controlado: pasaporte, boletos y algo de dinero por si las flies (pero entonces ponte una blusa o sweater que te permita acceder fácil a los documentos sin hacer striptease.
- Infórmate antes o cuando llegues al aeropuerto, si cuenta con áreas para niños, algunas son realmente perfectas. Créeme son la salvación para esperar. En realidad deberían ser obligatorias en todos los aeropuertos, pero si no hay, que no cunda el pánico si ya camina sabrás lo entretenido que les resulta pasar una y otra vez por las bandas/escaleras eléctricas, no importa que parezcas loca, ve y vuelve a ir cuantas veces sea necesario. Cuando se canse paséense por ahí y enséñale cosas.
- Ponte lista, hay aeropuertos que tienen filas preferenciales para mujeres embarazadas o familias/personas que viajan con niños (para pasar los controles, aduanas, etc.) y obvio no pierdas la oportunidad de entrar primero al avión.
- Si viajas con bebé puedes pedir que te asignen asiento con cunita, así que no olvides solicitarlo. Si ya no cabe en la cunita, de preferencia pide un lugar de esos que están enfrente que son más amplios y que no va nadie delante.
- Ponte ropa cómoda olvídate del glamour, tanto para ti como para tu hijo. Además, lleva cambios de ropa suficientes para tu hijo y al menos algo para ti, porque típico que se guacarea o se le sale todo el relleno, y no querrás llevarlo encuerado hasta que puedas recoger tu maleta.
Para tu hijo
a.
Es fundamental que pienses en vestirlo como cebollita con capas,
porque recuerda que en los aeropuertos de pronto hay unas corrientes
espectaculares y en los aviones ponen el aire como si fuera congelador para
conservar carne fresca. De esta forma podrás poner y quitar cuando fuera
necesario.
b.
En lo personal, he llegado a la conclusión de
que resulta más práctico llevarlos vestidos con ropa de algodón sin resortes
apretados. Si llevan pijama de una pieza de esas que se cierran con cierre cada
cambio les enfriarás la pechuga enterita.
En lo personal, me acomoda que sea de
dos piezas y para evitar el rollo de que los calcetines siempre se les caen
pongo mallas abajo. El truco está en que cuando hay que
cambiarles el avión, en el asiento les quito pantalón y mallas y así, sólo voy
a lo que voy, a cambiar el pañal y ya lo visto de regreso en mi asiento. (No olvides que los baños del avión procuran
hacerte sentir sardina enlatada, y depende el número de horas, entre más tarde
vayas, digamos que la limpieza e higiene del mismo no es su fuerte).
Para ti
a.
Zapatos
cómodos son básicos, porque si bien nuuuunca has estado a punto de perder
la conexión o nuuunca te has equivocado de puerta o nuuuca te has perdido,
ahora que vas sola, con un bebé y bien cargada, aumentan las posibilidades de
que tengas que demostrar tu agilidad.
b.
Ve preparada para pasar el control sin monedas,
sin cinturón ni nada que pite
(collares, pulseras, etc.) y zapatos de piso, ya que en general (menos en EUA)
no te los harán quitar.
c.
Ve
preparada piscológicamente para pasar por el control/revisión, porque a
pesar de que vayas cargadísima y liadísima, te harán ejercitar la creatividad y
la solución de problemas: tendrás que cargar bebé (no puede pasar en la
carriola), las bandejitas donde pones los triques, pañalera y demás equipaje
que lleves de mano, enseñar el contenido de la comida que llevas (en algunos
hasta abrir todos los gerbers y probarlos – UK) Ah!! Y por si fuera poco doblar
la carriola y pasarla por la maquinita. Así que relájate y ve con tiempo.
- Es útil llevar de manera separada y accesible, tipo en una ziplock lo esencial para el cambio de pañal: pañal, cambiador (te sugiero llevar de los desechables, son muy prácticos), toallitas y crema, porque típico, ese día estará rozado.
- Lo divertido es cuando a ti te llama la madre naturaleza:
a.
Si tienes que ir al baño en el aeropuerto no dudes en utilizar los baños
designados a personas con alguna discapacidad, en esos momentos créeme que no
estás siendo incívica ni irrespetuosa por utilizarlos. Son amplios y puedes
entrar con niño encarriolado y demás cargamento tranquilamente.
b.
En el avión resulta más divertido, debido a las
dimensiones e higiene del mismo, así como los movimientos propios del avión.
Tómatelo con filosofía y piensa que estás en un juego de Disney o si la
imaginación no te alcanza, tómatelo como un reto.
En fin, ¿cómo desapareces al niño? Hay tres opciones
(claro que antes que éstas está el ser conciente y tomar el mínimo posible de
agua), pero bueno por si tienes que ir al baño en el avión:
·
Practicas malabares (que sinceramente, creo que posiblemente
ya tengas algo de experiencia cotidiana, la única diferencia es que ahora
tendrás que aplicar tus habilidades en
el aire y en un espacio reducido)
·
También puedes intentar, si tu hijo es
tranquilo, practicar contorsionismo, dejándolo acostado o sentado en el cambiador
que justamente se abre encima del escusado, mientras tú de “aguilita” mantienes
el equilibrio e intentas atinarle, al mismo tiempo que detienes a tu hijo o al menos lo vigilas viéndolo
en el espejo y lo entretienes cantando…
·
O de plano le pides ayuda a una azafata para que
te lo cargue mientras vas al baño
Así que a
escoger de entre “tantas opciones”. Claro que también está el dejárselo a algún
desconocido en el avión con el que hayas socializado, pero llámame antisocial o
desconfiada con delirio de persecución, pero esa yo la tengo totalmente
descartada, con decirte que ni a la azafata...
- Comida/Líquidos
a.
Si das pecho exclusivamente, ya la hiciste, será
lo más sencillo
b.
Si toma fórmula, pues a llevar biberones
suficientes, ya que no creo que además del rollo en el que ya vas metida
quieras tener que lavar.
c.
Si de sólidos se trata, para estas ocasiones
verdaderamente quisiera felicitar en persona al inventor de los Gerbers. Claro
que también puedes llevar jamoncito o salchichas picadas, sandwich, verduritas,
arándano, galletitas, cereal. Ahora bien, lleva suficiente, ¡pero no exageres! Recuerda que vas en un (1) viaje de avión y
por más horas que sean, llevas a tu mismo hijo de siempre, la altitud no le
agranda el estómago ni lo convierte en troglodita.
d.
Si no
quiere comer, no lo presiones, lo que sí es importante es que tome líquidos.
- Despegue y aterrizaje. Para evitar que le duelan los oídos dale el chupete, pecho o biberón, lo que aplique.
- Entretenimiento. Tú mejor que nadie conoces a tu hijo, así que independientemente de lo que algunas aerolíneas puedan darle o si cada asiento tiene su tele, mejor ve preparada. Puedes llevar colores, juguetitos, canciones, videos o películas; o si le encanta abotonar y desabotonar llévale la pijama que más botones tenga, es decir lleva lo que sea necesario, pero tampoco exageres.
- Finalmente, cero respeto human y comprueba que hay mucha gente amable. Olvídate del espíritu de autosuficiencia, cada que lo necesites no dudes en pedir ayuda, verás que más de uno se ofrece, incluso sin que lo pidas. p.e. para bajar las maletas de la cinta, subirlas al carrito e incluso si fuera necesario empujarlo y acompañarte. Eso sí, por si las “flies”, tú no sueltes lo más valioso: tu hijo, pasaportes y dinero. De hecho, en general puedes solicitar asistencia de personal del aeropuerto, pero por si creíste que podías con todo, pide ayuda, te hacen un favor y tú a ellos, haciéndolos que practiquen la generosidad y la solidaridad : )
Bueno si recuerdo algo más ya lo incluiré luego. Por
mientras ahí lo dejo…
Y tranquila que sí podrás, como de costumbre sobrevivirás
y hasta te volverás a sorprender, tanto de lo que eres capaz de hacer en
general como de lo que eres capaz de hacer por tu hijo.
Pues suerte y verás que todo saldrá bien. De
verdad, intenta ir tranquila porque
recuerda que los nervios se los contagias a
tu hijo.
Y no olvides dar gracias de que puedes viajar con tu hijo.
Siéntete afortunada y agradece tener posibilidades físicas, psicológicas y económicas...
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