martes, 9 de abril de 2013

Escoger colegio





Se pueden escribir artículos y artículos sobre este tema, respecto a distintos aspectos; con opiniones diversas y hasta contrarias. En este artículo se centra en comentar puntos relevantes a tomar en cuenta al escoger un colegio, específicamente cuando los niños son pequeños, que es cuando está casi completamente en nuestras manos esa decisión.

La elección de escuela me parece una decisión sumamente compleja, que si bien, no predestina a los hijos, sí marcará lo profundo de su ser y además influirá en toda la familia. No es sencillo porque aunque la oferta de colegios es grande, en realidad, las opciones que se adecúan a las necesidades, intereses, preferencias, posibilidades y valores familiares, se reducen hasta poderlas contar con los dedos de una mano. Es un hecho influye en nuestra infancia y juventud;  tanto por el gran número de horas lectivas, recreativas y extraescolares, así como por las actividades externas e interrelaciones formales e informales que se generan, además de numerosas circunstancias que en un todo conforman el ser, el pensar, el sentir y el hacer personal,  así como la visión del mundo.


  • En primer lugar, es necesario que conozcas bien a tu hijo y aceptes que no siempre lo que quisieras es lo más adecuado para él. Incluso debes ser conciente de que por más complicada que resulte la logística, a veces no todos los hijos deben ir a la misma escuela.


  • En segundo lugar, expongo el siguiente esquema para que puedan definir lo que se quiere idealmente como familia y para los hijos. En el centro están los principios y valores que rigen el ser y proceder, como personas individuales, como familia, como padres/hijos/hermanos, como amigos,  como ciudadanos. Concretar los puntos que se mencionan también ayuda a establecer prioridades sobre qué, cuándo y/o cómo desearíamos desarrollar las distintas  áreas, para determinar cuál es el punto de equilibrio deseado.





  • En tercer lugar, después de conocer a tu hijo y tener claros los principios y expectativas, se puede proceder a contrastar con un colegio en específico y hacer una preselección.


  • Entonces, en cuarto lugar, lo que toca es ir de tour a visitar las escuelas preseleccionadas para conocerlas y  aclarar dudas. Obviamente también puedes ir a otras que parezcan descartadas pero que te resultan atractivas. Sin lugar dudas, experimentarás que hay una o dos en la que te imaginas perfecto a tu hijo yendo feliz, así que también cree en el sexto sentido y hazle caso.


  • Por último, en quinto lugar,  se tiene que escoger una y realizar los trámites que se soliciten. Está por demás mencionar que la elección no condena a quedarse ahí de por vida, hay mil y una razones por las que quisieran, podrían o tendrían que cambiar. Asimismo, como todos sabemos por experiencia, no siempre lo que se quiere se puede tener. No me refiero únicamente a cuestiones económicas que innegablemente a veces limitan nuestras decisiones, pero que en este caso a veces pueden salvarse con becas,  sino hasta aspectos que parecerían irrelevantes pero no lo son, al menos hasta que no modificaras ciertas variables. P.e.: si vives en México, D.F. más específicamente en el sur, en Tlalpan, te puede enloquecer uno de los muchos colegios que han puesto en Jesús del Monte por Interlomas, pero parecería un poco sadomasoquista llevar o mandar a tus hijos hasta allá, no sólo por la distancia sino por el tráfico que podemos “disfrutar” cada día… A menos que se cambiaran de casa o que ellos hubieran elegido una carrera que sólo está por allá.


En fin, conviene recordar que actualmente, en muchos colegios hay listas de espera interminables y en algunas, ¡hasta anotan a los niños cuando las madres están embarazadas! Es cierto que al final si les toca, les toca y acabarán entrando tarde que temprano. Sin embargo, sí es recomendable ponerse las pilas y no postergar demasiado la búsqueda y captura de un lugar en algún colegio, sobre todo si esperas que estudie ahí desde preescolar hasta bachillerato. De hecho, a veces de entrada tal vez pensabas meterlo a un kinder pequeño y para primaria cambiarlo, y las listas de espera te hacen cambiar de parecer...

Finalmente, si estás leyendo esto y tienes la posibilidad de elegir, sería bueno que lo agradezcas… El otro día alguien me comentaba que actualmente, cualquier persona responsable de la formación de su hijo y que quisiera lo mejor para él, se preocuparía y se ocuparía de escoger cuidadosamente el colegio que consideraran el mejor… Sin embargo, desafortunadamente no “todo mundo” goza de este lujo… Hay padres de familia que en definitiva quisieran poder ofrecerle otra realidad a su hijo y no pueden. Así que a agradecer el poder elegir colegio; y a enseñar a los hijos a:

valorar el esfuerzo que se hace porque estén ahí,

 a aprovecharlo al máximo 

y también, a agradecer...

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